Luego de un largo y caluroso viaje se divisan varias estructuras, con diferentes tamaños y colores del Centro de Rehabilitación Santiago Vázquez, ex COMCAR. Este se encuentra a nivel del kilómetro 20 de la Ruta 1, yendo hacia afuera a la izquierda unas tres cuadras por el camino General Basilio Muñoz. “Zona militar, prohibido pasar”, varios carteles con este aviso y detrás, un triple vallado que no deja entrar ni salir a nadie, rodeados por fuera por la seguridad perimetral, es decir, militares, que se encuentran en unas pequeñas e individuales cabinas de madera con grandes armas.
Existen normas de seguridad para todos aquellos que visitan el lugar: primero se ingresa a un cuarto con poca luz. En la puerta cuelga un cartel que prohibe pasar con vestimenta negra, azul y camuflado. Cada visitante pasa por el control formal, dos escáneres, uno de frente y otro de costado. Por último se debe dejar el documento de identidad, que es retirado al finalizar la visita. Los seis policías que se encuentran en la puerta, saludan amablemente mientras comen manzana sentados.
Atravesamos el portón principal y nos cruzamos con un Operador Penitenciario (OP) al que saludamos nerviosas por ser la primera persona que nos cruzamos dentro. Son identificables por su campera azul, es por eso que los llaman “pitufos”. Habiendo avanzado unos pocos metros sentimos un grito desesperado de un guardia, que entonaba "¡atrápenlo!", asumimos que se refiere a uno de los perros que estaba, al entrar, en la puerta.