En el Centro de Rehabilitación de Santiago Vázquez, los internos tienen la posibilidad de trabajar y estudiar. Algunos reclusos lo solicitan, otras veces lo hacen sus familiares, pero también puede ser solicitado por los funcionarios, según nos explica en la entrevista José Antonio Da Rosa, director del centro. Estos funcionarios lo solicitan cuando una persona es reincidente. “No todos presentan solicitud de trabajo y de hacerlo, no habría trabajo para todos”, aclara. Pero el estudio es un derecho, explica Da Rosa, y todos pueden acceder a él. Por esa razón, se dictan clases para analfabetos, clases de primaria y secundaria completos dentro del establecimiento. Estos dos últimos están avalados por el Ministerio de Educación y Cultura. Por lo tanto, en el momento en que un recluso queda en libertad, el estudio que haya completado es válido como el de cualquier escuela o liceo en el país.
Los que trabajan y estudian, tienen derecho de redimir pena: por cada dos días de trabajo o estudio restan uno de pena. Los estudiantes de secundaria que al final del año pierdan el examen no redimen pena, pero “ese es un tema de secundaria”, aclara Da Rosa.