Entrevista a interno de iniciales E.P. de 51 años de edad. Ingresó al Comcar el 4 de noviembre de 2011. En primera instancia, "firmó" hasta siete años de pena por rapiña especialmente agravada.
- ¿Cómo es un día común dentro de la cárcel?
- En un día común, a las 7 de la mañana empiezo a trabajar en una comisión en el casino [N. de R: forma en la que nombran a la cocina]. Yo trabajo hasta las 3 de la tarde que me voy al módulo. Después cada cual en su celda, comportamiento tranquilo tal como está establecido. Como mandó el juez hay que cumplir.
- ¿Estudiás o trabajás?
- Trabajo. Quién quiera estudiar tiene la posibilidad acá, hay desde primaria hasta secundaria, pero yo ya tengo 51 años y consideré que era mejor volcarme al trabajo, a lo que yo me inclinaba en la cocina: todo el tema de confitería y panadería.
- Desde el desayuno para la policía hasta el almuerzo y el postre. Después me presento en el módulo, en la oficina de guardia y el llavero me lleva.
- Vuelco el tiempo para lavar ropa, limpiar la celda, dejar todo organizado porque a las 5:30 o a las 6 son los controles.
- Sí, sí. A cada recluso procesado se le entrega un libro y ahí está todo detallado el orden, el comportamiento, si alguien tiene que hacer una solicitud, todo.
- Quien esté dentro de los parámetros de una salida transitoria lo puede hacer. Yo ya hice dos solicitudes de salidas transitorias y las dos me vinieron negadas.
- Si. Tenemos televisión, aprontamos un mate, conversamos, juegan truco los que saben y los que no jugamos conga. Yo trato de llevarla así el día a día. Hasta veces podemos hacer gimnasia. Yo trato de estar cansado para la noche porque a las 6 ya me levanto para trabajar.
- En los sectores se come bien, para mí la comida es buena. La familia ayuda en las visitas, traen azúcar, yerba, fideos, aceite y con eso también se sobresale (sic) el día a día.
- Si, todo lo que se cosecha va para la cocina. Todo lo que es mantenimiento de huertas y jardines lo hacemos los reclusos.
- Yo cuando ingresé fui al módulo policial, yo era policía. Después me cambiaron de sector, pero la comida siempre fue buena.
- Si, por sectores hay un termofón o sino hay calentadores eléctricos para las duchas.
- A mí me gusta la lectura. Quien tiene la posibilidad de tener libros los puede tener, a veces nos intercambiamos entre los compañeros.
- No sé cuántos son, pero sí, son muchos. De mis compañeros hay dos que estudian; hacen liceo y eso está bueno porque son muchachos jóvenes y es una gran posibilidad que les dan.
- Yo no soy muy de salir al patio. Salgo cuando tengo visitas. Pero hay dos veces a la semana que hay fútbol, jugamos en la cancha chica de afuera o del módulo, por ejemplo partido del sector A contra el B y se entretiene así.
- Trabajé toda mi vida, me equivoqué, pero cuando salga voy a seguir trabajando. Donde tenga una oportunidad laboral la voy a aprovechar ya sea en el oficio que yo tengo de cocina o de chofer. Y si tengo que trabajar en la campaña lo voy a hacer. El tema es sacar a mis hijos adelante.
E.P. concluyó la entrevista planteando que "haciendo las cosas bien acá uno no tiene problema. Si puede tener problema si hace las cosas mal. Si hacés las cosas bien, estudiás, trabajás, acá tenés todas las posibilidades. No sé que es lo que se comenta afuera pero quien quiera trabajar o estudiar tiene la oportunidad. Ahora ha habido una buena posibilidad con el polo industrial, es importantísimo para la población reclusa".
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