En los últimos años, en nuestro país y en muchos otros, surgió la posibilidad de crear cárceles de participación público-privadas. En Uruguay esto va a dejar de ser un proyecto para pasar a ser una realidad. Un consorcio de las empresas Teyma Uruguay e Instalaciones Inabensa y la empresa local Goddard Catering Group Uruguay serían las primeras en concretarlo. Al parecer sería una inversión de 97 millones de dólares más los gastos de mantenimiento durante los años que durará la concesión. Esta estipulado que su inauguración se realice en diciembre de 2016.
Esta prisión, a construirse en el predio de Punta de Rieles, al lado de la actual cárcel, ocupará unos 42 mil metros cuadrados en los que habrá 25 edificios que tendrán una capacidad para 1960 reclusos, aproximadamente. Esto quiere decir que se reduciría sustancialmente el hacinamiento existente en los centros de reclusión. Puntualmente en el Centro de Rehabilitación Santiago Vázquez, ex Comcar, hay aproximadamente 500 más reclusos que las plazas disponibles, según información brindada por su director, José Antonio Da Rosa personalmente a Penitencia de Grandes. Si se compara estos datos con los obtenidos meses anteriores, que habían casi 1500 reclusos más que las plazas, este número se redujo sustancialmente ya que las plazas aumentaron por la creación de nuevos módulos, el 10 y el 11, y el 12 que todavía no está habilitado.
Este proyecto de cárcel entra dentro de la ley aprobada el 12 de julio de 2011 de “contratos de participación público privada para la realización de obras de infraestructura y prestación de servicios conexos”, la cual vincula al estado y a los privados para realizar acciones en conjunto. De esta manera, Uruguay encuentra nuevas alternativas para construir nuevos centros y acabar con el hacinamiento existente.
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