El sol estaba fuerte, y el aire caluroso; era un día especial para filmar. Salimos antes de clase, con los pasos que debíamos seguir ya planeados, nos dirigimos a buscar la cámara al subsuelo de la facultad. Perdimos gran parte del valioso tiempo con el que contábamos por problemas con los préstamos de los equipos, pero lentamente lo pudimos resolver. Con nervios, ansias y la cámara en mano nos dirigimos al centro de Montevideo; a la Plaza Cagancha.
Fotos de los entrevistados |
Luz, cámara, … todo volvía a complicarse… la cámara que teníamos no filmaba. Después de enojarnos un rato, decidimos que lo haríamos con cualquier otro aparato que tuviéramos con nosotros; por lo que elegimos una tablet; ¿funcionará? ¿se escuchará la voz de la gente? ¿cómo será la calidad de la imagen? Guardamos la cámara dentro de una de nuestras mochilas y nos arriesgamos. Pequeño detalle; la batería no duraría más de quince minutos; debíamos captar la opinión de la gente en tan solo esos minutos. El tiempo estaba en nuestra contra, pero para nuestra sorpresa, la mayoría decidió colaborar.